No todo el mundo es un líder nato, pero todos y cada uno de los líderes tienen el potencial de convertirse en uno mejor. Mientras el nuevo mundo del trabajo sigue desarrollándose, está claro que el perfeccionar las habilidades de liderazgo resulta más importante que nunca. Puede ser complicado, pero estamos aquí para ayudarte.
Muchos líderes cometen errores básicos que podrían evitarse. He aquí ocho de los errores más comunes que cometen los líderes en el lugar de trabajo.
Cuando te conviertes en el líder de un equipo o de una organización, tu trabajo deja de consistir en completar tareas y empieza a consistir en apoyar a las personas.
Ser líder significa que tienes que averiguar cómo guiar a los demás para que completen las tareas. Esto puede ser un cambio brusco si estás acostumbrado a hacer las cosas y ejecutar las tareas, pero es un cambio necesario.
En el mismo sentido que el punto anterior, los líderes deben confiar en que sus equipos tendrán éxito. Si estás constantemente hallando huecos en el trabajo de tus subordinados directos y no les permites lograr nada, vas a acabar con el compromiso de los empleados.
Una forma de manejar esto de manera más eficaz es asegurarte de contratar a las personas adecuadas. Si tienes a los mejores talentos en tu organización, puedes confiar en que prosperarán.
Una de las mejores maneras de desarrollarse como líder es trabajar en el desarrollo de su inteligencia emocional. Tener una Inteligencia Emocional desarrollada te ayuda a comunicarte con eficacia, a desarrollar tu intuición en un papel de liderazgo y a establecer redes de contactos de forma más efectiva.
Los líderes necesitan la Inteligencia Emocional para evitar el agotamiento, y la necesitan para crear y nutrir equipos de los que se sientan orgullosos. "El 63% de los millennials sienten una falta de desarrollo del liderazgo en sus lugares de trabajo, lo que es un gran problema si se tiene en cuenta la crisis del capital humano por la que atravesamos", como hemos dicho antes. Los ejecutivos tienen que corregir este problema.
Cuando llegas al punto de tu carrera en el que eres un líder, puedes sentir que tu desarrollo personal y profesional se estanca. Después de todo, has llegado a la cima, ¿cierto?
Este es un enfoque común, pero también es la mentalidad equivocada si quieres prosperar. Los mejores líderes cultivan constantemente una mentalidad de crecimiento. Esto les permite aprender de sus errores, mantenerse delante de la competencia en su sector y asegurarse de que sus equipos reciben el mejor apoyo.
Si no buscas activamente oportunidades de Mentoring, te estás perdiendo una enorme vía de crecimiento como líder. Encontrar un mentor significa que tienes a alguien que puedes utilizar como caja de resonancia, punto de referencia e incluso como compañero si las circunstancias lo permiten.
Mejor aún, ¡puedes utilizar tu posición de líder para convertirte en mentor de otra persona! Utiliza tu experiencia y aprende también de tu alumno. (¡Aquí es donde vuelve a entrar en juego la mentalidad de crecimiento!)
El hecho de que seas el jefe no significa que puedas abandonar las buenas habilidades de comunicación. Cuando estás a cargo, vas a tener gente que se esfuerza más por entenderte y escucharte. Este apuntalamiento a la comunicación puede tentarte a dejar de intentar activamente comprender a los demás tan a fondo como podrías haberlo hecho en el pasado. Esto es un gran error.
Asegúrate de que tu equipo tiene un lenguaje y un vocabulario común para entenderse, y estudia los estilos de comunicación y comportamiento de tus subordinados directos. Tomarte el tiempo de conocer a todas las personas con las que te encuentras en el camino, hará que cada parte del trabajo sea mucho más fácil.
Los líderes son muy visibles en una organización, y la forma de comportarse, importa. Forbes compartió que "el 92% de los CEOs sienten que su organización es empática, pero sólo el 50% de sus empleados dicen que su CEO es empático". ¡Es una estadística devastadora! ¿Qué está pasando en esos lugares de trabajo para crear tal división?
Es una falta de liderazgo basado en valores. Si su equipo de líderes proyecta una cultura de empresa, pero actúa con un sistema de valores y comportamiento diferente, ¿cómo puede esperarse que su equipo esté a la altura de las circunstancias? Los líderes tienen que hacer lo que dicen, no sólo hablar.
Los líderes establecen las expectativas en el trabajo. También marcan el tono y la cadencia de la comunicación. Si eres un adicto al trabajo que envía correos electrónicos a altas horas de la noche y esperas una respuesta, te equivocas. No sólo te expones a un mayor riesgo de sufrir agotamiento, sino que también ejerces una presión excesiva sobre tus subordinados directos.
Predica con el ejemplo y desconéctate en tus horas libres. Tómate descansos, anima a tu equipo a priorizar el equilibrio entre el trabajo y su vida privada, y asegúrate de que tienen los recursos para hacerlo.
Estos errores son comunes por una razón: son trampas fáciles a las que sucumbir. Sin embargo, eso no significa que tengas que seguir los caminos que has andado en el pasado. Aumentar la conciencia de tus decisiones con las herramientas adecuadas te ayudará a ser un mejor líder.
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