La mayoría de la gente tiende a pensar en la personalidad como un aspecto o componente del "yo", como si la personalidad de alguien fuera solo una parte de lo que es en su conjunto. En realidad, la personalidad es mucho más que eso, tanto en tamaño como en complejidad.
En la actualidad y tras la situación que estamos viviendo, los equipos de trabajo han sido obligados a trabajar de forma remota y los procesos de automatización van en aumento.